Es una micosis superficial que afecta principalmente a los niños, antes del desarrollo y en nuestro país el agente causal más frecuente es el Microsporum canis. Generalmente, los perros y gatos pueden ser portadores de este hongo en su pelaje y lo pueden transmitir a los niños que son más susceptibles a este contagio. Es un hongo muy contagioso y es por eso que puede transmitirse de un niño a otro niño cercano, por contacto directo o través de objetos personales, como cepillos, peines y máquinas de afeitado. Las lesiones consisten en un área redondeada en cuero cabelludo, sin pelos o la presencia de puntos negros y descamación alrededor de los pelos, únicas o múltiples. También existe una forma inflamatoria donde se observa un área muy roja, a veces con secreción de pus. En ocasiones, puede también aparecer lesiones redondeadas, rojas, con un borde bien definido en cara y tórax. 

Es muy importante acudir al dermatólogo para hacer un diagnóstico correcto, ya que existen otras entidades que se pueden parecer. El dermatólogo cuenta con las herramientas necesarias para diagnosticar esta patología.

El tratamiento de la tiña del cuero cabelludo siempre es sistémico, con antimicóticos por vía oral y por supuesto, también con terapia tópica con champús que ayuden a eliminar el hongo. En un lapso de 6-8 semanas, desaparecen las lesiones y aparecen nuevos pelos sanos en el área afectada y la curación es total.