Las malformaciones vasculares son anomalías de los vasos sanguíneos que ocurren en el desarrollo durante los primeros meses del embarazo. Están presentes desde el nacimiento y tienen un crecimiento gradual, es decir, si el paciente crece, ellas también. Sin embargo, puede acelerarse por traumatismos, cambios en la presión sanguínea, procesos infecciosos, desequilibrios hormonales, entre otros.
La presentación clínica de las malformaciones vasculares es sumamente variable y va desde manchas asintomáticas con repercusión meramente estética, hasta lesiones que podrían afectar la salud de la persona que las padece.
Pueden clasificarse de acuerdo al vaso de origen en: capilar, venoso, arterial, linfático o mixto. Una de las más comunes son las de origen capilar entre las que se encuentran:
El diagnóstico es fundamentalmente clínico, basado en la exploración física, sólo algunos casos ameritarán biopsia de piel. En los casos de lesiones profundas, extensas, o en localizaciones especiales, se pueden solicitar estudios de imagen como ecosonograma con efecto doppler o angioresonancia.
El tratamiento depende del tipo de malformación vascular. La respuesta dependerá de la extensión de la lesión y de su ubicación anatómica. Los tratamientos en crema son inefectivos, solo puede indicar el imiquimod para disminuir la probabilidad de revascularización.
Cuando las lesiones son profundas (gruesas, violáceas o azuladas) se puede infiltrar con esteroides y si los vasos son de mediano a gran calibre se puede inyectar dentro del vaso, sustancias esclerosantes que van a irritar la pared del vaso causando que se cierren y finalmente se eliminen.
Para las lesiones más superficiales como las malformaciones capilares que tienden a ser planas y de color rojo o violáceo, la terapia con láser es una opción efectiva. Existen una variedad de láseres vasculares como el Vbeam o decolorante pulsado, que es excelente para lesiones superficiales, ya que actúa directamente sobre la hemoglobina que contiene la sangre y al calentarla, cierra la luz del vaso sanguíneo por un efecto térmico, obteniendo un aclaramiento progresivo de la lesión. En el caso de malformaciones vasculares con mayor profundidad es necesario combinar con láser diodo 915nm o Nd:YAG de pulso largo.
Dra. Ingrid Rivera
Dermatólogo. Pediatra.
Caracas, Venezuela